J.A. Bosquet Ariza (Farmacéutico. Farmacia corvales). Edición J. Corvales Zubilá
Quería hablaros, en esta colaboración semanal, de algo que nos interesa a todos y es del mundo de las “vitaminas”, de sus estados carenciales, de su necesidad en determinadas etapas y circunstancias particulares como la infancia, la adolescencia, el embarazo, la tercera edad, los deportistas, los estudiantes….
Nos preguntáis sobre complejos vitamínicos y, nosotros, intentamos conocer qué es lo que necesitáis para ofreceros el producto más adecuado a vuestras necesidades bien sean vitaminas, oligoelementos o aminoácidos. Os comentaré para qué sirven cada uno de ellos/as y en qué alimentos nos los encontramos. La extensión del tema acosnja que lo hagamos en varias partes. Esta es la primera
VITAMINAS en pocas palabras
Las vitaminas son sustancias que necesitamos para el mantenimiento de las funciones de la mayoría de las células y no podemos fabricar en absoluto o en cantidad suficiente. Afortunadamente están en los alimentos naturales.
Se clasifican en dos grandes grupos: liposolubles (solubles en grasas) e hidrosolubles (solubles en agua). La diferente solubilidad implica que se eliminen o no por el riñón y, por lo tanto, si se acumulan o no en en el organismo: cualquier sustancia (vitaminas, medicamentos…) que consumamos se “anaboliza” , o sea, se absorbe y se utiliza por las células para el fin a las que están destinadas, y los productos de desecho se “catabolizan”, o sea, se degradan y se eliminan en forma hidrosoluble, fundamentalmente, por el riñón.
Las vitaminas hidrosolubles necesitan muy pocas transformaciones para ser eliminadas, sin embargo, las liposolubles necesitan transformaciones más importantes para hacerlas hidrosolubles. Si se altera alguno de estos procesos de cambio de soliubilidad se corre el riesgo de que se acumulen estas sustancias en el organismo y produzcan algún tipo de toxicidad.
Una vez aclarado este punto vayamos a la descripción de las vitaminas más importantes para el ser humano.
TAbla 1. Requerimientos diarios de vitaminas liposolubles tomado de la Guía de Alimentación y Salud de la UNED ( http://www.uned.es).
a) Equivalentes de retinol. 1 equivalente retinol = 1 g de retinol o 6 g de
betacaroteno.
b) Como colecalciferol. 10 g de colecalciferol = 400 UI de vitamina D.
c) Equivalentes de alfa-tocoferol. 1 mg de alfa-tocoferol = 1 ET.
b) Como colecalciferol. 10 g de colecalciferol = 400 UI de vitamina D.
c) Equivalentes de alfa-tocoferol. 1 mg de alfa-tocoferol = 1 ET.
A TENER EN CUENTA: Las raciones, expresadas como ingestas diarias a lo
largo del tiempo, están destinadas a cubrir las variaciones individuales entre
la mayoría de las personas normales, que viven en Estados Unidos en condiciones
de estrés ambiental habitual. Las dietas han de basarse en diversos alimentos
habituales, con el fin de proporcionar otros nutrientes para los que los
requerimientos humanos están peor definidos. Para más detalles, o para obtener
información de las vitaminas no incluidas en este cuadro, véanse los textos
incluidos en las páginas correspondientes. Los pesos y alturas de los adultos
de referencia, son medianas reales para la población de Estados Unidos con la
edad indicada, según lo comunicado pos la NHANES II. Las medianas de los pesos
y las alturas para los sujetos menores de 19 años de edad se tomaron de Hamils
y Cols (1979). El uso de estas cifras no implica que las relaciones entre
altura y peso sean ideales.
VITAMINAS LIPOSOLUBLES (las ingerimos con los alimentos)
1. Vitamina A.
Hígado, yema de huevo, lácteos, pescado, verduras (zanahorias, espinacas, lechuga), frutas (melón, melocotón, albaricoque).
Es la vitamina que se almacena en mayor proporción en el hígado, suficiente para prevenir su deficiencia durante 3 o 4 meses.
Función: interviene en el crecimiento, ayuda a la buena visión, hidratación de piel, pelo, uñas, mucosas, dientes y huesos. ES UN ANTIOXIDANTE NATURAL.
Déficit: piel seca y áspera, sensibilidad extrema a la luz, ceguera nocturna y hasta detención del crecimiento.
Exceso: molestias de las extremidades, sequedad de la piel, pérdida de pelo, anorexia y pérdida de pelo, hipertensión intracraneal y hepatomegalia.
2. Vitamina D.
Hígado, yema de huevo, lácteos, pescado, germen de trigo y luz solar.
Se almacena en el hígado en cantidad suficiente para prevenir su deficiencia unos dos meses. En la infancia, adolescencia, embarazo y lactancia los requerimientos diarios son el doble que en un adulto normal.
Función: Regula el metabolismo del calcio y del fósforo, o sea, de los huesos.
Déficit: alteraciones óseas, trastornos dentales, calambres musculares y convulsiones.
Exceso: debilidad, cansancio, cefaleas y náuseas. Calcificación de órganos como el riñón, corazón, piel, pulmones y vasos sanguíneos.
3. Vitamina E.
Hígado, yema de huevo, pan integral, cacahuete, coco, legumbres verdes y vegetales de hojas verdes.
En niños prematuros o de bajo peso al nacer pueden desarrollar una deficiencia de esta vitamina por el escaso paso a través de la placenta y el escaso tejido adiposo que poseen, presentando anemia hemolítica, trombocitosis y edema.
Función: ES UN ANTIOXIDANTE NATURAL, previene la oxidación de los ácidos grasos poliinsaturados.
Déficit: Es raro. Si ocurre complica absorción de las grasas provocando alteraciones celulares.
4. Vitamina K.
Hígado de cerdo, harinas de pescado, coles y espinacas.
La vitamina K la fabrican nuestras bacterias del colon, por lo que la influencia de la alimentación en su aporte o déficit es rara.
Función: coagulación sanguínea. Su déficit retrasa la coagulación.
Déficit: se produce, fundamentalmente, por la destrucción de las bacterias del colon a causa de tratamientos largos o intensos con antibióticos pero, también, por falta de sales biliares a causa de una obstrucción biliar. Es muy rara en el adulto aunque en el recién nacido puede ocurrir porque pasa poco por la placenta y por la ausencia de flora intestinal.
VITAMINAS HIDROSOLUBLES
Se eliminan con facilidad por la orina. No se acumulan (excepto la B12), por lo que deben ingerirse con regularidad.
TAbla 2. Requerimientos diarios de vitaminas hidrosolubles tomados de la Guía de Alimentación y Salud de la UNED ( http://www.uned.es).
A TENER EN CUENTA: Las raciones, expresadas como ingestas diarias a lo
largo del tiempo, están destinadas a cubrir las variaciones individuales entre
la mayoría de las personas normales, que viven en Estados Unidos en condiciones
de estrés ambiental habitual. Las dietas han de basarse en diversos alimentos
habituales, con el fin de proporcionar otros nutrientes para los que los
requerimientos humanos están peor definidos. Para más detalles, o para obtener
información de las vitaminas no incluidas en este cuadro, véanse los textos
incluidos en las páginas correspondientes. Los pesos y alturas de los adultos
de referencia, son medianas reales para la población de Estados Unidos con la
edad indicada, según lo comunicado pos la NHANES II. Las medianas de los pesos
y las alturas para los sujetos menores de 19 años de edad se tomaron de Hamils
y Cols (1979). El uso de estas cifras no implica que las relaciones entre
altura y peso sean ideales.
Carnes, yema de huevo, cereales integrales, levadura, legumbres secas y frutos secos.
Las necesidades en embarazo y lactancia son de 1,5 veces las de un adulto normal.
Función: interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono (fundamental en el funcionamiento del sistema nervioso) y en el crecimiento y mantenimiento de la piel.
Déficit (“beriberi”): alteraciones neuronales como polineuritis e incluso parálisis con músculos que se atrofian provocando una gran debilidad; cardíacas como insuficiencia cardíaca y digestivas como estreñimiento intenso. El “beriberi” es este cuadro clínico con predominio de los síntomas cardiovasculares.
Vísceras, clara de huevo, pollo, lácteos, huevas de peces, cereales, levadura y vegetales verdes.
Función: interviene en la respiración celular, la integridad de la piel, mucosas y ojos. También, en el metabolismo de proteínas e hidratos de carbono.
Déficit: sensación de quemazón en piel y ojos, fisuras en las comisuras de la boca, cicatrización lenta, cefalea, depresión mental y pérdida de memoria. Puede estar causado por DIETAS NO EQUILIBRADAS, diabetes, hipertiroidismo, exceso de actividad física, estados febriles prolongados, lactancia artificial, estrés y calor intenso. Aunque las manifestaciones de la deficiencia de vitamina B2 suelen ser leves, va frecuentemente acompañado por deficiencias de vitaminas B1 y B3.
3. Vitamina B3 (vitamina PP, niacina, ácido nicotínico o nicotinamida).
Hígado y riñón, huevos, carnes, lácteos, cereales integrales, levadura y legumbres.
Esta vitamina está relacionada con el aminoácido TRIPTÓFANO, tan popular hoy en día. Este aminoácido (integrante de las proteínas) se transforma en el organismo en vit. B3. Los requerimientos diarios son mayores en niños y embarazadas que en el adulto normal.
Función: interviene en el metabolismo de hidratos de carbono, proteínas y grasas, en la circulación sanguínea, cadena respiratoria, sistema nervioso y crecimiento.
Déficit: ocasiona la llamada “pelagra” o enfermedad de las tres D (diarrea, dermatitis y demencia). En la raza canina su deficiencia se conoce como “lengua negra”.
Exceso: rubor, prurito (picor), nerviosismo y alteraciones del hígado y del metabolismo del ácido úrico.
4. Vitamina B6 (piridoxina).
Hígado y riñón, yema de huevo, carnes, lácteos, pescados, levadura, legumbres, patatas y frutos secos.
Los requerimientos diarios son mayores en embarazadas y lactancia que en adultos normales.
Función: interviene decisivamente en el metabolismo de las proteínas y sus aminoácidos, formación de glóbulos rojos, células y hormonas, y ayuda al equilibrio de sodio-potasio.
Déficit: crecimiento insuficiente, pérdida de peso, lesiones cutáneas, anemia, estomatitis y neuropatía periférica.
Exceso: neuropatía sensorial.
5. Ácido fólico.
Hígado, carnes, cereales integrales y vegetales de hoja verde.
Los requerimientos diarios son de 2 a 3 veces superiores en el embarazo, lactancia y crecimiento que en el adulto normal.
Función: producción de material genético (favorece el crecimiento) y la formación de glóbulos rojos.
Déficit: retraso del crecimiento y anemia megaloblástica. Más habitual en síndrome de malabsorción, embarazo, lactancia y ancianos.
6. Vitamina B12 (cobalamina).
Huevos, carnes, lácteos. NO EXISTE EN VEGETALES.
En su composición está presente el cobalto (un oligoelemento). Los requerimientos diarios son mayores en el crecimiento, embarazo, lactancia y deportistas.
Función: interviene en el sistema nervioso, en la síntesis de hemoglobina y del crecimiento.
Déficit: alteraciones de la sangre y nerviosas como anemia perniciosa, anemia megaloblástica y neuropatía. La causa principal de deficiencia de vitamina B12 no es su ausencia en los alimentos, sino la falta del factor intrínseco (secretado por las células del estómago) esencial para la absorción de esta vitamina a nivel del intestino delgado.
7. Vitamina C (ácido ascórbico).
Vegetales verdes, patatas, fruta (cítricos, fresas, melón, piña, plátanos y uvas).
Función: Formación y mantenimiento del colágeno (tejido subcutáneo, cartílago, hueso y dientes), absorción del hierro y es un ANTIOXIDANTE NATURAL.
Déficit (“escorbuto”): cansancio y debilidad, encías inflamadas que sangran, demora en la cicatrización de las heridas, defecto en la calcificación de los huesos (osteoporosis) y anemia.
Como veis el tema necesita de más de una colaboración, así que os emplazo para la próxima entrega, donde hablaremos de oligoelementos y de aminoácidos.
Referencias y enlaces
Tratado de Fisiología médica. Guyton y als. Interamericana 1995.
Harrison- Principios de Medicina Interna. Ed. Mc Grawhill
A.L. Lehninger. Bioquímica. Ed. Omega S.A. L. Stryer. Bioquímica. Ed. Reverté S.A.
Herrera Carranza, J. Manual de Farmacia y Atención Farmacéutica. Elsevier España S.A. 200 Mataix Verdú, J. y Carazo Marín, E. Nutrición para educadores. Ed. Diaz de Santos. 1995 - Hernández Rodríguez, M. y Sastre,L. Ed. Diaz de Santos..1999
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